Canto mais ricos mais porcos

[mdopino]

Nestes tempos en que moitas familias se ven afogadas para chegar a fin de mes, un escoita, como a muller do Jesulín fai trampas para que lle den unha pensión a súa mai, ou hoxe, vese en todos os medios de comunicación que a tenista superfamosa (agora xa é máis famosa, pero por cousa distinta do deporte) Arancha Sanchez Vicario, que desde o 1989 o 1993 defraudou a facenda pública, según sentenza 3.487.216'50 millones de euros, por fixar a sua residencia en Andorra, cando realmente disfrutaba da sanidade, carreteras, transportes, etc. españois. Imaxiande si eso ó defraudou en 5 anos, canto defraudaria en total, e canto defraudan eses deportistas que para non pagar impostos fixan a sua residencia o igual que Arancha fora de España e o máis sangrante é que algúns deles logo din que van polo mundo representando a España.

Son uns porcos insolidarios.

[monforte]

Son unos chorizos, algunos hasta se atreven a representar a España y se abrazan a la bandera,etc.
Aquí van algunos más, aunque es dificil el dar con ellos, porque logicamente estas cosas las suelen hacer en secreto.
Fernando Alonso paga en Suiza, al igual que el tenista Carlos Moyá; mientras que en el duelo español de Moto GP, Daniel Pedrosa ha fijado su residencia en Londres y Jorge Lorenzo, en Andorra. Sin embargo, no se trata de un fenómeno nuevo: el tenista Félix Mantilla, los hermanos Sánchez Vicario, la ganadora de Wimbledon Conchita Martínez, o el laureado piloto Carlos Sainz son otros casos conocidos. También el ciclista cantabro, Óscar Freire; y el piloto de Fórmula 1, Francisco Martínez de la Rosa. El ex jugador del Barça, Luís Enrique, también ingresó en un banco suizo su fortuna y Hacienda le abrió un expediente por no declarar 600.000 euros. Es un proceso que hoy sigue abierto.

En Mónaco, otro paraíso fiscal, tenemos al golfista Sevillano Ballesteros, que mantuvo su residencia en este país hasta que se casó con Ana Botín y ya no pudo justificar su residencia allí. También está en aquel lugar el motorista Alex Crivillé, que disfrutó de las ventajas fiscales de vivir en Mónaco.