La cremación en el Valle de Lemos sigue la pauta del resto de España, siendo muy baja y por debajo de la media, ya que la gente considera que el tener un lugar al que llevar unas flores, ir a rezar, o ir a contarle las penas al ser querido, es imprescindible y aun más, preguntando a algunas personas dicen "yo no quiero que me incineren, porque me da grima el pensar que voy a arder totalmente".
La llamada Galicia profunda es muy conservadora y todavía muy creyente, lo que implica que nos gusta eso de "polvo eres y en polvo te revertieres", y hay mucha gente que cree que si una persona no se entierra en tierra sagrada, está vulnerando las leyes divinas.
Las floristerías hacen en estos días la cuarta parte del negocio del año y los ramos no son nada baratos (entre 7-10 € los más baratos), tal es el caso que una floristería en la que yo estaba esperando por mi ramo, había un señor que pagó 137 € por varios ramos que le ayudamos a meter en su coche. Las señoras que anualmente se colocan en la plaza de abastos, decían que este año tuvieran muchas menos ventas que otros años y creo que es porque en las floristerías tu encargas el ramo y de ahí al cementerio, mientras que si compras las flores te ahorrarás unos € pero tienes que hacer tu el ramo y no siempre sale bien. Es decir que la crisis está sobre todo para aquello que es artesanal, ya que la gente está acomodada en un ritmo de vida y es muy difícil el bajarlo.
Además el día tenía otra celebración, los magostos, pero el día no estaba para esas, así que se asaron unas pocas castañas en las casas y magosto hecho, aunque no es lo mismo.