Las gentes de los pueblos del Caurel están de suerte, ya que no se autentificaron las huellas que decían que podían que eran de OSO. Quiere esto decir, que al menos de momento (porque hay quien pide, que aunque no se encontraron las huellas, que se proteja el Caurel por si acaso vienen los osos), podrán seguir cortando leña para cocinar durante todo el año, podrán seguir arreglando las pistas que les llevan a sus casas o de sus casas a un médico, etc.
Cuando coño habrá un grupo ecologista o de lo que sea, que se digne a pedir PROTEGER A LOS CAURELANOS, ya lo decía el expresidente de Extremadura Ibarra, que decía que si se quiere que se mantenga un lugar, que se suelte un aguila real o unas cigüeñas, por eso se movilizaran cincuenta mil, pero si son unas personas que están muriendo de hambre, frio o indigencia, por esos NO SE MOVILIZA NADIE. ¿Cuando podremos vivir en un lugar donde las cosas normales, no sean más que cosas normales?